domingo, 17 de mayo de 2009

EL PODEROSO INFLUJO DEL AGUA




Os cuento…
Si yo tuviera que adjudicarle un elemento al cuidado personal,
sin lugar a dudas seria ¡el agua!

Y es que en la composición del cuerpo humano un altísimo porcentaje le corresponde a ella.
Y cualquier ser vivo la necesita.
Y muchas son las terapias que la utilizan como ingrediente prioritario.
Y cada vez se encuentran más a la orden del día Spas y Balnearios, incluso como factores urbanos.

MODERNOS TRATAMIENTOS NATURALES
La sauna, las duchas de diferentes tipos y los baños se consideran modernos tratamientos naturales, destinados a evitar muchos padecimientos y dolencias.

Pero ¿Cómo, cuando, porque, quienes y para que utilizarlos?

La Sauna:
La sauna no es un baño de vapor en sentido estricto.
Su efecto corresponde más bien al aire caliente.
Se inventó en Finlandia antes de la II Guerra Mundial y originalmente funcionaba calentando guijarros en un fuego de leña abierto, en una sala de baños.
De vez en cuando se regaban esas piedras con agua fría provocando vapor.
En las saunas modernas, las piedras se caldean con otros sistemas, pero por lo demás nada ha cambiado mucho.

Sus efectos
Uno de ellos es la pérdida de peso
:

alrededor de 800 a 1000 gramos cada sesión.
Pero en realidad es engañoso, porque se eliminan líquidos, que vuelven a compensarse poco después.
Se encuentra contraindicada en enfermos de corazón.
La hora más favorable para practicar esta terapia es la primera de la tarde, sin tener el estómago lleno.
Sirve para eliminar toxinas, a través de la sudoración.
Tras la sesión, se recomienda un rato de descanso antes de incorporarse de nuevo a los quehaceres diarios.

Duchas:
Las duchas con agua fría las “invento” como terapia, el denominado “párroco de la regadera” Sebastián Kneipp.
En ellas, tanto el cuerpo de la persona que las recibe como el cuarto en el que lo hace deben estar lo suficientemente calientes.
Además se recomienda algo de gimnasia antes de una ducha fuerte (NUNCA después de las comidas).
La presión del agua debe ser lo suficientemente intensa como para conseguir que la zona a tratar enrojezca.
Una vez terminada la aplicación, conviene ponerse un albornoz rápidamente pero sin secar.

Baños:
Como parte de la higiene corporal, los adultos deberían tomar un baño de limpieza dos veces en semana mínimo, en alternancia con la ducha el resto de los días.
La temperatura del agua deberá ser de 35 grados más o menos, que es lo que se denomina punto de indiferencia, es decir que el baño no es ni frío ni caliente, para que no ejerza estímulo sobre el cuerpo.
Sin embargo, las temperaturas terapéuticamente útiles están por encima o por debajo del punto de indiferencia, o sea baños calientes o fríos a los que se puede añadir un componente vegetal o químico.

Los baños fríos:
Con temperaturas por debajo de 15 grados no han de durar nunca más de 25 segundos, teniendo muy en cuenta la reacción que producen.

El baño frío es bueno inmediatamente tras levantarse de la cama, cuando el cuerpo aún conserva el calor y siempre en un cuarto a buena temperatura.

Sirve para estimular el sistema nervioso y vascular, activar el metabolismo e incrementar la circulación.

Los baños calientes:
A partir de 35 grados, tranquilizan, relajan y facilitan el sueño.
Se recomiendan para personas que no soportan el frío.
Deben durar de 15 a 20 minutos, no más.

Y terminar con una ducha más fría.

Las sales de baño, los geles, los aceites esenciales y las plantas medicinales producen efectos beneficiosos.


Ya sabeis: Agua, agua y agua... Seguro que en seguida poderís comprender lo bien que os sienta por dentro y por fuera, así que ¡no la escatimeis y disfrutadla!

1 comentario:

La reina dijo...

He oido que a veces con la suana pueden salir granitos en la piel ¿es cierto?...puede ser por las toxinas que eliminas????....