sábado, 20 de junio de 2009

MIRAME A LOS OJOS



Si por favor… mírame a los ojos porque en ellos nos reflejamos tú y yo…
Pero… ¿como les cuidamos?...
¡¡¡Que son para toda la vida!!!

Tantas veces han sido exaltados, piropeados y amados, que sin duda ocupan el espacio más extenso de la belleza.
Son masculino plural y sin embargo se vuelven femenino singular cuando se hacen mirada.


Tienen quizás, la fuerza de la conquista, y la ternura de lo amable.
De ellos depende el mundo que percibimos y además, abren las ventanas del espíritu.

Se merecen sin discusión lo mejor de lo mejor
Y de igual modo, el marco que los alberga y les adorna…
O sea, su contorno:

Mírame con buenos ojos
Eso implica belleza…
Y la belleza es una conquista de la inteligencia…
Así que ¡¡A trabajarla!!

¿Cómo?...
Corrigiendo defectos, camuflándoles, tratando la piel con los productos oportunos, y acudiendo al bisturí, o al oftalmólogo, en aquellos casos en los que se desea cortar por lo sano, o atajar el problema en su raíz.

Pero tienes que tomar cualquier decisión de modo responsable…
Con el optimismo de saber que los mejores científicos del mundo, trabajan para lograr resultados cada vez mejores y más espectaculares...
Eso si… ¡hay que alejarse del la velocidad de la luz y del “efecto Lourdes”.
Es decir, de la falta de seriedad y rigor en los planteamientos.

Dime como eres...Por EL IRIS
La gran iridióloga Amparo Santos Avilés
afirma que los ojos no solo son el espejo del alma, sino también el reflejo del cuerpo.
De hecho, el iris se equipara a la pantalla de una microcomputadora, que muestra las condiciones y el estado del organismo.

La razón es que se encuentra conectado con todos y cada uno de los órganos del cuerpo, por medio del cerebro y del sistema nervioso.
Las fibras nerviosas reciben el impulso por vía de conexiones con el nervio óptico.
Y registran los cambios que por diferentes causas se provocan en los tejidos.

Allí se reflejan los malos tratos nutricionales y el estado de la salud.
Se trata de un diagnóstico fiable, avalado por científicos como Bernard Jensens, y por ello, utilizado como complemento al clínico.
Porque en el Iris se muestra la historia de la vida, las debilidades y enfermedades pasadas y futuras.

Fue en 1.800 cuando se estudió por primera vez su eficacia, por el húngaro Ignatz Von Peczely.
En su niñez, vio como un búho caía en su jardín.
Al intentar cogerle se le fracturó una pata, y en ese mismo instante, en sus grandes ojos se marcó una grieta.
Al finalizar la curación, la marca se transformó en blanca y fina.
Transcurridos unos años, y finalizada su carrera de cirujano, decidió estudiar en profundidad aquel fenómeno.

EL CONTORNO
El contorno de los ojos tiene fama de ser la zona más frágil y fina de la estructura facial.

Es la primera en mostrar las marcas del cansancio y las huellas instaladas con el paso del tiempo.
Porque la piel aquí se vuelve muy sensible y expuesta a las agresiones climáticas, a los gestos, y a las radiaciones.
Es necesario, por tanto, estimular las funciones naturales de la epidermis, suavizar, hidratar, reafirmar y calmar.

Por la mañana, todos los días, después de limpiar y tonificar, habrá que aplicar un producto específico Contorno de ojos, que además proteja de los daños producidos por los radicales libres.

Por la noche, el cosmético a utilizar deberá reducir la hinchazón infraocular, y restaurar la función de barrera natural de la piel, defendiéndola frente al envejecimiento.
Existen reparadores de este tipo, especialmente adecuados para ojos sensibles y personas que utilizan lentillas.
En ningún caso deben contener perfume.

En cuanto al modo de aplicarlos, os recomiendo hacerlo siempre desde la parte externa hacia el lagrimal, mediante suaves golpecitos
¡Nunca descolgando la piel!...
Ni en el párpado superior.


Y despues A MIRAR LA VIDA...con ojos enamorados...¡Es un privilegio al que no debemos renunciar!!!


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