viernes, 13 de febrero de 2009

NARANJAS DE LA CHINA


La aborrecida Celulitis


No es un capricho de la naturaleza, pero si una faena bastante gorda

El hecho de que nosotras, chicas, precisamente por nuestra capacidad de ser madres, tengamos una innegable tendencia a estar “redonditas” (por llamarlo de una manera mona), en zonas tales como las caderas, los muslos, las rodillas, la parte superior de los brazos, y el trasero.

Es lo que se denomina -con nombres perfectamente adecuados a cualquier largometraje del Oeste- cartucheras y pistoleras, porque desde luego, recuerdan a las mil maravillas los complementos que siempre luce el malo de la película, aunque en realidad sean acumulaciones de grasa encapsulada o celulitis.

En cierto modo se deben a los estrógenos y se producen como consecuencia de una alteración de los tejidos conectivos de la piel, en donde las fibras de colágeno y de elastina se encuentran dispuestas de tal manera, que la grasa es capaz de atravesar su estructura de soporte, creando bultitos superficiales.

Por tales motivos, casi el 90% de las mujeres padecemos celulitis y además, al tema hormonal hay que añadirle algunos factores individuales, entre los que destacan la herencia genética, la alimentación inadecuada y la vida sedentaria.

El desencadenante de estos desmanes, localizado en las células, es el adipocito, que conforma el tejido adiposo, o tejido graso subcutáneo.
¡Somos ricas!... (mejor plantearlo así para no ponernos a llorar)…

Cada mujer cuenta con unos 35 millones, cuyas funciones prioritarias son las de amortiguar los golpes, la protección térmica, y el mantenimiento del equilibrio energético del organismo, al que proporcionan la energía necesaria en cada momento, reservando el resto para futuras necesidades.

¡Pero que horrorosos!!!!
Los adipocitos son capaces de aumentar su tamaño hasta 400 veces, lo cual se traduce en una serie de problemas que van desde la compresión de las redes vasculares y linfáticas, con la consiguiente retención de agua, hasta la aparición de la llamada piel de naranja. Poco a poco, las células de grasa que van creciendo, se extienden sobre la dermis. Entonces, las toxinas se acumulan, y las áreas afectadas sienten frío y duelen cuando se les aplica presión, como consecuencia de la mala circulación sanguínea.

¡Guerra a la grasa!
En base a tales consideraciones, los tratamientos anticelulíticos de última generación han descubierto dos vías de actuación.
La primera tiene su punto de partida en el hecho de que todas las personas cuentan con un sistema adelgazante natural conocido como lipólisis. Un mecanismo regulador de la eliminación de grasas.

El funcionamiento de dicho mecanismo se efectúa fundamentalmente gracias a la presencia de receptores y de unas moléculas circulantes, capaces de activarles y de producir una enzima, destinada a favorecer la eliminación de las grasas.
Pero la cantidad de receptores es muy variable, y sensiblemente inferior en las zonas subcutánea y femoral, por lo que allí la lipólisis se vuelve más difícil y necesita de una estimulación extra, mediante activos biotecnológicos, capacitados para atacar directamente el exceso de grasa. Es decir: se hace necesario estimular el correcto funcionamiento de la piel.

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Otra manera
de impedir su exceso, consiste en reducir la lipogenesis (síntesis de lípidos), en la que interviene la glucosa, de la cual el adipocito capta una parte para la formación de las grasas, mientras que otra se queda en la sangre a nivel del tejido conjuntivo. Esta ultima, reacciona con las fibras de colágeno y las deteriora. Como consecuencia la piel se endurece y envejece. Aquí, la investigación avanzada ha elegido la vía de actuación de unos activos llamados “Anti-glicación”, que impiden que la glucosa afecte negativamente al colágeno.

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Y mas remedios contra la celulitis
...
-Beber un vaso de agua en ayunas, y un litro y medio a lo largo del día.
-Eliminar las bebidas gaseosas.
-Caminar media hora diaria.
-Cambiar el azúcar por fructosa.
-Dormir las horas necesarias y en ambientes bien ventilados.
-Tomar muchas verduras y al menos un 20% de ellas, crudas
.

Y lo peor
-Los baños excesivamente calientes.
-Los pantalones muy ajustados.
-La falta de ejercicio.
-El alcohol y el tabaco.
-Llevar tacones altos durante muchas horas seguidas.
-El desorden en las comidas


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