miércoles, 25 de febrero de 2009

NO ME ABANDOOONESS


¡¡¡¡NO lo hagas!!!

La verdad… y más ahora que empieza el buen tiempo, cuando se habla de abandonos, antes que en parejas o amantes, yo pienso en desodorantes.


Porque ciertamente la tragedia es grande si su efecto desaparece y más aun cuando se practica deporte, o se sienten emociones fuertes, estrés y nervios…

El olor desagradable del sudor (que se debe a la descomposición de los residuos celulares de bacterias y levaduras) le quita su atractivo a cualquiera, por más ideal de la muerte que sea en si mismo.


Así que Los desodorantes y los antitranspirantes se convierten por derecho propio en grandes protagonistas del arreglo personal.

Diferencia entre desodorante y antitraspirante

El tiempo les ha hecho avanzar y dar una respuesta cada vez más precisa y sofisticada a estos problemas, considerados a veces normales y otras excesivos, o de hiperhidrosis (también en manos y pies).

La diferencia entre ellos es que:

Los desodorantes poseen una acción antimicrobiana que pierde eficacia al cabo de un tiempo.

Los antitranspirantes no solo combaten el olor desagradable, sino además la humedad, porque contienen sales de aluminio. Disminuyen el flujo del sudor con una eficacia duradera al taponar el conducto externo de la glándula sudorípara, que gradualmente se va adormeciendo. Lo mejor es aplicarlos por la noche sobre la piel perfectamente limpia y seca, para que aporten frescura el día después

¿Y esos complejos?...(que a veces nos hacen desgraciados)


Cuando a veces ni los antitraspirantes por si solos son suficientes en lo de “frenar” complejos, se necesita el refuerzo de un tratamiento medico para alcanzar las sensaciones de seguridad y confianza, tan necesarias en las relaciones sociales de cualquier tipo.

Y aunque la sudoración tiene su utilidad en lo referente al funcionamiento correcto de las glándulas sudoríparas y al mantenimiento de la temperatura corporal (aproximadamente 37 grados), cuando es excesiva, implica un gran esfuerzo físico.


Además, ocasionalmente, el líquido eliminado, antes de evaporarse, deja caer auténticas “gotas” sobre cualquier superficie y resulta molesto, desagradable y anti-estético.

Y sufre mucho quien lo padece…por ejemplo al dar la mano… ¡que horror cuando esta súper húmeda por el sudor! ¿a que si?...

El remedio

Es un sistema médico no quirúrgico, que a partir de la toxina botulínica, resulta de máxima eficacia.
Podría definírsela como una neurotoxina, que bloquea las terminaciones nerviosas (responsables del excesivo estímulo de las glándulas sudoríparas).
Se infiltra diluida, en pequeñas cantidades, en las zonas que lo requieran, incluidas la frente y la nuca (pequeños pinchacitos con una aguja muy fina).

Se requiere una sola sesión y los efectos se perciben aproximadamente en una semana.

Se recomienda repetirla dos veces al año, aunque posterior y paulatinamente los efectos deseados pueden volverse definitivos.

Aviso para cobardicas: Nada de dolor
No es una técnica dolorosa
No exige ingreso, ni preparación de ningún tipo salvo ocasionalmente, crioanestesia, es decir anestesia a través del frío.
Y no se han descrito reacciones alérgicas, salvo ocasionalmente una disminución de la fuerza o la destreza habitual en las manos, en personas que las utilizan mucho para su profesión o actividad.
Un final muy feliz
Sin embargo, las molestias posteriores al tratamiento son siempre reversibles.
El precio aprox. por zona a tratar es de 380 Euros

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